Los que me conocen personalmente saben que hoy es un día agridulce para mi.
Hoy hace dos años que perdí a mi bastón, que perdí a mi amiga, mi consejera, lo más importante de mi vida, perdí a mi madre.
Para mi fueron momentos duros que me hicieron replantearme muchas cosas y me llevaron a tocar fondo pero siempre hay un rayo de sol en todo.
Hace un año Dios nos premio con celebrar en el mismo día el cumpleaños de Claudia, mi sobrina, uno de los motores de mi vida y la cosita más dulce e inocente que me ayuda a seguir en esos momentos duros. Ella es un motor para seguir.
Mi ánimo para todos los que paséis por momentos malos por alguna enfermedad, mis mejores deseos para vosotros. Luchad, siempre hay esperanza para seguir, si no por vosotros por alguna otra persona que os necesite.
Cierro esta entrada con una foto de la bonita tarta que le han hecho a mi bichito y esperando que terminéis bien este fin de semana.
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